viernes, 29 de agosto de 2014

El Mojón de la cuarta

La fecha entre semana fue un aluvión: Boca se quedó sin su Virrey, River acentuó su fútbol, Vélez se consolida como candidato y los rosarinos navegan en aguas turbulentas pero aun se mantiene a flote más allá de las diferencias. Mañana arranca la quinta, es decir, no nos dan respiro y es mejor así.

Por Alejandro Mangiaterra 

La fecha se jugó en torno del primer gran papelón de la Era Post-Grondona.
Las discordancias entre los sectores de poder y el desmanejo de los que deberían tomar la sartén por el mango hicieron que los planteles, cuerpos técnicos y todo el universo futbolero asistiera atónito a la confirmación de que nadie sabe quién manda en la AFA.

No sólo de destratos estructurales vive el futbol argentino, los inconvenientes para decidir en tiempo y forma en la casa madre tiene un claro reflejo en cada una de las instituciones. Y, en tal sentido, Boca hace gala de su empatía con los de calle Viamonte. La dirigencia Xeneize echó al técnico más ganador de la historia del club cuatro partidos después de haberle renovado el contrato por un año y medio.


Daniel Angelici, presidente de Boca, lo anunció con tono apenado, y sin ponerse colorado, luego de haber tenido la chance de no renovarle el contrato que venció en junio y así evitar desembolsar una cifra millonaria en concepto de indemnización. La dirigencia pudo haberle dicho “Carlos, muchas gracias por los servicios prestados pero hasta luego” y ahora, cuatro partidos después, deberá pagarle 2 millones 800 mil dólares por no haber tomado la decisión a tiempo.

En tanto, la cuarta jornada futbolera volvió a acentuar la supremacía de River respecto del resto y la dependencia de un Vélez líder de Lucas Pratto. Los de Liniers jugaron un partido intenso ante Lanús, siempre espinoso, pero un tanto del portentoso nueve le devolvió la punta sobre el cierre del partido cuando el cero se empezaba a ganar terreno.

Por su parte, el equipo de Marcelo Gallardo se afirmó en las bases que lo llevaron en los primeros partidos a creer que el camino tomado era el correcto y dieron una nueva muestra gratis del valor agregado que puede dar un equipo, al margen de sumar de a tres.

El conjunto de Núñez le puso picante al campeonato al abonarse como puntero hasta que Vélez hizo lo justo y necesario para decirle en la cara que será un rival firme en la lucha por la nueva corona.

Mientras tanto, los equipos rosarinos volvieron a deambular en torno de sus dudas. Newell´s pareció vivir una pequeña primavera en los primeros cuarenta y cinco minutos en Rafaela, goleaban y gustaban, pero los fantasmas volvieron a atormentar a los leprosos y La Crema casi se lo empata por propio desentonación leprosa.

Además, el equipo de Raggio sumó a su séptimo caído de peso: Maxi Rodríguez se perderá al menos un juego por una fibrosis pero después partido rumbo a la selección para darle la bienvenida al Tata en Düsseldorf e intentar regalarle un triunfo ante los alemanes.

Por su parte, Central volvió a mostrar la misma anárquica cara que ofreció en los partidos anteriores. Se desnudó defensivamente por ir a buscar de manera indiscriminada y arremolinada y lo pagó carísimo. Lo peor es el contexto: Godoy Cruz venía más a los tumbos que el canalla. Había sido goleado en su propia casa por River y el entrenador tuvo que cambiar esquema y más de la mitad de los nombres sin la certeza de saber como le saldría la patriada. Terminó bien porque Central lo dejó.


El equipo de Russo se volvió a presentar sin cohesión entre las líneas pero a su vez sin el picante necesario para molestar a los adversarios. La única vía de escape, el pelotazo a Abreu, se quedó sin municiones rápidamente y no hubo alternativas.

La nota destacada de la fecha es que regresó el campeón de América. San Lorenzo cerró la fecha con una clara victoria ante Quilmes 3 a 0 y se sacó de encima las presiones de volver a ganar y las críticas de los que sostenían que la fiesta continuaba.

Hay poco tiempo para barajar y dar de nuevo. La Quinta fecha arranca mañana y con partidos y condimentos más que atractivos: el primero será saber con qué Boca nos encontraremos sin el virreinato de Carlos I. La segunda incógnita será saber si River podrá, contra el equipo del Patón Bauza, seguir manteniendo su vértigo y sometiendo a sus rivales o habrá sido un viento a favor pero pasajero.

Mientras tanto, Central se presentará en Varela ante Defensa tratando de volver a creer en si mismo. A su vez, Newell´s volverá a ser local ante del complicado Estudiantes, que llegaría a Rosario con pocos titulares ante la cercanía del clásico ante el Lobo.

En consecuencia, será una fecha para seguir de cerca y no perderse detalle. La cantidad de goles por fecha es un aliciente para el entretenimiento y la que viene trae el mismo espíritu que las anteriores.

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