miércoles, 22 de octubre de 2014

Russo, un tipo clásico

El entrenador de Rosario Central potenció su figura de ídolo en la institución al transformarse en el primer entrenador en conseguir tres triunfos consecutivos ante Newell´s. Además, mantiene el invicto en enfrentamientos directos con cinco victorias y cuatro empates.


Alejandro Mangiaterra| Cruz del Sur
  
Miguel Ángel Russo se metió en la historia grande de Rosario Central. Si le faltaba algo al entrenador auriazul para sellar a fuego su vínculo con los hinchas era ser el primero en ganar tres clásicos de manera consecutiva. Sólo una vez había ocurrido en la vida canalla obtener esa cantidad de victorias al hilo pero ocurrió bajo el mando de distintos entrenadores en los años 1967 y 1968.



Russo llegaba hasta este reciente partido invicto y ponía en juego esa condición a pesar de que públicamente nunca quiso valorar ese tipo de estadísticas: “Ese es un dato que disfrutarán mis hijos, yo no fijo en esos números”, indicó tras consumar una nueva victoria.


Sin embargo, el Loco Abreu ya había anunciado antes del juego que ganar un clásico es lograr un título sin corona. Atendiendo a esta definición del uruguayo, Russo entonces suma cinco coronas y cuatro empates, manteniendo su invicto ante el rival canalla de toda la vida.


Miguel Ángel Russo enfrentó 30 veces a Newell’s como entrenador entre Lanús, Rosario Central, Racing, Boca, Vélez, Colón, Los Andes, San Lorenzo y Estudiantes. En ese recuento de duelos, el actual conductor canalla ganó 14 partidos, empató 10 y perdió 6.


A pesar de tener números muy positivos, si se los restringe a su presencia en Arroyito se potencian notablemente. Sus victorias fueron: 4 a 0 en el Apertura 1997 con goles de Da Silva, Coudet, Carbonari y Carracedo; un 3-0 en el Clausura 2003 con gritos de Luciano Figueroa, César Delgado y Messera);  2-1 en el Torneo Inicial 2013 por tantos de Donatti y Encina y el 1 a 0 con gol de Franco Niell el último torneo. Además, cosechó cuatro empates: 0 a 0 en el Clausura 1998, 1 a 1 en el Apertura 2003, 0 a 0 en el Clausura 2004 y 1 a 1 en el Clausura 2009.


Russo es el segundo entrenador en la historia del club que no sufrió ninguna derrota en los primeros 8 clásicos que dirigió. El primero es Miguel Ubaldo Ignomieriello que a fines de la década del 60 se mantuvo invicto en sus primeros 8 partidos como DT de Central ante Newell’s con 3 triunfos y 5 empates, aunque el actual entrenador de Central en estos 8 partidos consiguió más éxitos que Ignomiriello.


El entrenador auriazul mostró una clara visión de lo que ocurriría en el juego y convenció a sus futbolistas de que el modo de conseguir el triunfo debía asemejarse a lo propuesto en el partido anterior. La presión, la actitud y la intensidad para marcar y luego atacar debía ser tomado como un valor innegociable y el equipo así lo hizo


Además, el entrenador se impuso claramente en el partido estratégico frente al entrenador leproso. Propuso contrarrestar la batalla por la posesión de la pelota y la presunta presión de Newell´s, salteando la mitad del campo con pelotas largas a los puntas -como lo viene haciendo durante todo el torneo- y el bajo nivel de los leprosos propició que el resultado sea para los canallas.


Además, volvió a formular algunos marcajes individuales que hicieron la diferencia. Damián Musto siguió a Lucas Bernardi por todo el campo de juego, le impidió ser el lanzador y generador de juego y allí Central empezó a ganar el partido. Por su parte, también propuso una marca más escalonada para Maxi Rodríguez y Scocco y eso mermó el potencial de su rival.


Por su parte, es destacable la intensidad con la Central jugó el partido. Luego de haber sufrido una triple competencia a lo largo del semestre, el canalla jugó con una intensidad superior a la de su rival.


Otros de las apuestas que le dieron resultado a Miguel Russo para este partido fueron las inclusiones de Hernán Encina y Franco Niell: el primero de ello en duda por su bajo rendimiento en los juegos anteriores y el segundo con problemas físicos. Sin embargo, el entrenador apostó por la experiencia de dos que habían marcado en clásicos anteriores y tuvo su rédito.



El canalla tiene por delante algunos partidos que pueden desembocar en un salto de calidad que el equipo necesita. Central ya pasó por esta situación dos veces en el último año y no pudo aprovecharla. Es cierto que el torneo doméstico le quedó lejos pero la Copa Argentina está al alcance de la mano y por consiguiente se transforma en el máximo objetivo. Los rivales de menor jerarquía, prefijadas por los lugares que ocupan en sus respectivos torneos, hacen de Central a uno de los grandes favoritos y con esa mochila tendrá que cargar.

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