domingo, 19 de octubre de 2014

Tiene la receta

Rosario Central le ganó 2 a 0 a Newells y se quedó con un nuevo superclásico rosarino. Franco Niell y Nery Dominguez anotaron para el canalla y desataron un delirio Gigante. Russo se convirtió en el primer DT en la historia auriazul en ganar tres clásicos al hilo.


Alejandro Mangiaterra| Cruz del Sur


Ya no hay duda de que Central sabe cómo jugar este tipo de partidos y como anular a su rival. El canalla se quedó con su tercer clásico en seguidilla y por ello Miguel Ángel Ruso ingresó en la historia grande de la institución como el primer entrenador en conseguirlo.



Central le ganó 2 a 0 a Newells con goles de Franco Niell  y Nery Domínguez para ampliar la ventaja en el historial entre ambos. El conjunto canalla salió desde el inicio con la necesidad de jugar un partido similar al ocurrido hace seis meses. De todos modos, Newells pareció no anoticiarse de las intenciones de los de Russo. El elenco de Arroyito presionó, anticipó, no dejó jugar a su rival a partir de ello empezó a generar sus propios espacios y sus llegadas.


Musto jugó un partido tácticamente perfecto en la contención de Bernardi, Domínguez se adueñó del medio juego, Encina tuvo el carril libre para correr y Central empezó allí a ganar el partido.


En tanto, Raggio puso a Orzan pata contener y a Bernardi para jugar con Villalba en la lepra pero Central se decidió a saltear esa línea y atacar frontal con sus atacantes. Desde abajo partían los pelotazos a los espacios vacíos y el canalla se sintió dominador. Becker, Niell y Delgado ocuparon las espaldas de Orzan y atacaron directo a Díaz y a Fernández.


El primer gol llegó producto de una asociación y un desborde por el otro sector. Central tocó y abrió espacios con Ferrari para que el ex River asista con su centro a Niell para abrir el partido.


Tras el gol canalla, la reacción leprosa la encabezó Scocco. El único que dio muestras de rebeldía. Nacho se género una acción personal y reventó el palo. En el rebote Maxi lo perdió sólo debajo del arco de manera increíble.


El segundo grito llegó producto de otro desborde por ese carril, pero el centro mas cerrado obligó a Ustari a responder cargado por Abreu. El rebote lo capitalizo Domínguez que de zurda marcó el nuevo tanto ante el impávido arquero leproso.


En el segundo tiempo solo hubo tiempo para la impotencia de Scocco y el descontrol de Leandro Figueroa, ambos terminaron expulsados. Macho por un gesto desmedido ante un penal que quiso inventar y el volante por una patada inexplicable.



El segundo tiempo se jugó a pedir del canalla. Los de Russo disfrutaron de un partido muy cómodo en el que su rival no tuvo una sola idea. Está visto que Russo tiene la receta porque el clásico volvió a ser auriazul.

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