miércoles, 27 de mayo de 2015

Abrirse paso por los caminos más sinuosos

El periodista Pablo Paván presentó “No escucho y sigo”, el libro que cuenta la vida de Jorge Sampaoli, el técnico casildense de la selección de Chile. El zurdo ocupa hoy un lugar de privilegio pero su recorrido, al margen de las grandes marquesinas, alimenta una historia que merece ser contada.


Alejandro Mangiaterra | Cruz del Sur


Una de las más afamadas frases del refranero popular reza: “Lo bueno no es saber sino tener el teléfono del que sabe”. Así, la mayoría de los entrenadores de Primera División, y más aún, los más valorados del mundo, iniciaron su carrera por su pertenencia a un circulo de privilegio: porque antes fueron futbolistas o por vínculos directos con los que mueven los hilos del planeta futbolero. Son sólo excepciones aquellos que no jugaron profesionalmente y se dan el lujo de dirigir a deportistas de elite. Pero no hay ninguno que haya hecho el camino que hizo Jorge Sampaoli: desde las ligas regionales hasta cumplir su sueño de dirigir un Mundial.


Pablo Pavan, oriundo de Casilda, periodista de Radio 2, acaba de presentar en Chile la biografía de Jorge Sampaoli, el técnico de la selección trasandina. El título “No escucho y sigo”, que hace alusión a una frase de Callejeros, una de las bandas preferidas por el DT, ofrece una clara descripción del pensamiento del Zurdo, quien siempre le dio la espalda a las habladurías para centrarse en el trabajo y hoy lleva esas letras tatuadas en la piel.

El libro será editado y distribuido por Librofutbol.com en Argentina –la misma que publicó hace poco tiempo la biografía de Gerardo Martino– pero en Chile la editorial Planeta no quiso perderse la chance de sacarle rédito a las expectativas que genera la inminencia del inicio de la Copa América, donde el equipo de Sampaoli quiere hacer historia.

El periodista Pablo Paván le contó a Cruz del Sur como fue escribir la historia de un hombre que se abrió camino en el mundo del fútbol del modo más inesperado. Cómo es lidiar con las limitaciones del amateurismo y a la vez sacar lo mejor de cada deportista. Sus miedos ante la obligación de dejar su trabajo administrativo y a su familia para dedicarse a su sueño.  Y luego, cómo es vivir en la elite del fútbol mundial sin dormirse en los laureles.

-¿Cómo nace la idea de escribir la biografía de Sampaoli?

La historia de Jorge ameritaba que alguien cuente con el mayor rigor posible. Mi cercanía como vecino, como admirador de su trabajo, me ponía en un lugar privilegiado y quise narrar su vida profesional que está plagada de matices que van desde sus inicios en Alumni de Casilda hasta su presencia en la elite del fútbol mundial. Así que tomé contacto, casi casualmente, con Sebastían Garavelli que hacía poco tiempo había escrito la biografía de Martino y eso me impulsó a que mi idea original empezara a tomar forma.

-¿Cómo era el Zurdo, en su casa, con sus amigos, con sus dirigidos, en el inicio?

-Igual que ahora. En el ámbito personal vivió toda su vida apurado, como se lo nota hoy al borde del campo. Un hombre de saludo al paso y directo a trabajar. Muy obstinado en su trabajo pero como vecino siempre andaba de paso.

¿Cómo se fue gestando el libro?

-Hubo un período de gestación previo a saber que el libro iba a ser publicado. Yo lo consulté a Jorge (Sampaoli) en septiembre del 2014 sobre la idea que me venía rondando en la cabeza desde hacía tiempo. Por suerte él no puso ningún reparo, más bien todo lo contrario. Quedamos en hablar todas las veces que se pudiera hasta darle forma. Es más, me alojé en su casa durante cinco días en noviembre del año pasado para hacerlo más intensivo. Luego, vino el trabajo de campo de más de cincuenta entrevistas para tener un panorama claro y distintas aristas que me permitieran un mejor abordaje del personaje. Y así se fue armando hasta que lo de la editorial se transformó en una realidad. De ahí a la publicación fue tomo muy rápido.

-¿En tu estadía en Chile, hacia donde giraban esas charlas en su casa?

-Hubo mucha diversidad. Yo traté de darle un orden cronológico al libro y entonces la idea era ir repasando paso a paso que le había dejado cada lugar en el que trabajó. Obvio que desde ahí disparábamos para otros lugares. Como las charlas eran esporádicas los temas iban variando y mutando. Luego tuve que recomponer las piezas del rompecabezas.

-¿Qué sentimientos tiene hoy, que se encuentra en un lugar de elite, sobre sus inicios en Alumni, en Belgrano de Arequito y, más allá, en Argentino de Rosario?

-Se retroalimenta constantemente de esa etapa. Es casi un lugar común en su discurso, en las charlas vuelve constantemente a esos días. Lo necesita. Es muy hijo de sus raíces y de sus inicios. Además, es una persona que regresa a Casilda muy frecuentemente y pasa mucho tiempo con sus amigos, con su familia, y ahí se produce ese proceso de retroalimentación que te cuento. Son muy recurrentes las anécdotas de esos días.

-¿Cómo fue su primer salto como entrenador, con qué expectativas se fue a Perú?

-Para mí él siempre tuvo presente que iba a llegar. El se decidió a ser entrenador en la Liga Casildense y sabía que de ahí partía hacia otra cosa. Una persona con una ambición desmedida. Él tuvo el sueño de llegar como jugador y no pudo. Entonces, encontró su aliciente en la oportunidad de ser profesional como entrenador. Obvio que tomar la decisión de irse por primera vez fue muy difícil, he hablado con sus amigos y me contaron que tuvieron que empujarlo un poco en los momentos de duda. Se fue a un sitio que desconocía, en el que él era un desconocido. Tuvo que convencerlo de que lo contraten y después convencer a sus dirigidos de que sus métodos y modos iban a dar resultado. No tenía cartel, no había sido jugador, entonces todo eso se traducía en dudas. De lo que si estoy seguro es que en cada desafío que afrontó iba a dar la talla, porque estaba convencido.

-¿Hoy se ve muy lejos de lo que hacía en su etapa amateur?

-Yo le hice esa misma pregunta en noviembre del año pasado cuando estuve unos días en Pinto Durán (el predio de la selección). Me dijo que sí había diferencias pero que no se trata de otro mundo. Esas diferencias están mucho más cerca de la organización, logística y estructura que al trabajo en el campo de juego. Si por supuesto que varía en los detalles que es donde se hace la diferencia.

-¿Cómo vive Sampaoli el hecho de ser un bicho raro dentro del fútbol por ser un desconocido?

-Yo decía cuando presentaba el libro en Chile, que Jorge hizo un camino tan extenso y extenuante como ningún técnico de elite en el mundo. A él le costó una enormidad llegar a donde llegó, saliendo de un sitio como Casilda y sin haber pasado si quiera como jugador por el ámbito profesional. Esto se une con lo que hablábamos antes de volver a las raíces. Él lo sabe y se enorgullece de eso.

-¿Qué devolución tuviste de Sampaoli, luego de que él tomara contacto con tu obra terminada?

-Muy bien, por suerte. Él me tuvo una confianza enorme desde las primeras charlas, me dijo que podía llamarlo las veces que quisiera para consultarlo aunque fuera por los mínimos detalles, y todo ello hizo que lo que expresa el libro tuviera el rigor necesario con lo que su en vida ocurrió. Conmigo fue desmedidamente generoso ojalá los resultados también lo sean con él en la Copa America que se viene. Todo Chile tiene una gran expectativa en eso.

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