La comercialización de los derechos
televisivos con privados está encaminada. Se romperá el contrato vigente con el
Fútbol Para Todos y se licitará. Los dirigentes reclaman más dinero y el Estado
no quiere seguir pagando. El fútbol volverá a manos privadas y en el futuro
habrá que pagar para ver.
Alejandro
Mangiaterra
La carta que los clubes le enviaron al
Secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis, en la que piden
romper el contrato vigente con el Fútbol Para Todos es el certificado de defunción
del Programa que se inició en agosto de 2009. Hoy a ninguna de las partes les
cierra llegar hasta el final del vínculo: a los clubes porque pretenden más
dinero del que le dan y al gobierno porque ideológicamente está en la vereda
opuesta de la idea que el estado abastezca al fútbol.
Es de público conocimiento que Mauricio
Macri nunca quiso sostener el Fútbol Para Todos. Es también claro que Fernando
Marín, titular del actual Programa de Televisación del fútbol coincide con esta
idea.
El estado estaba obligado por contrato a
pagarle a la AFA lo convenido hasta 2017, unos 1800 millones de pesos. Sin
embargo, ahora que la Súperliga es un hecho y que la FIFA conformó una Comisión
Normalizadora, ambos espacios con personas cercanas al gobierno nacional; los
clubes decidieron comercializar la televisación de los partidos con empresas
privadas. La carta destinada a De Andreis aparece justo cuando llega una oferta
de 3200 millones de Turner para transmitir el fútbol.
Por los seis meses de televisación que
restan, la Asociación del Fútbol Argentino quiere 1.500 millones de pesos
mientras el gobierno nacional ofrece como máximo 1.250 Millones. No les
alcanza, como no les alcanzaba antes cuando rompieron con Torneos en 2009, entonces
los dirigentes desean volver a comercializar con agentes privados.
En la licitación que prepara la AFA,
participarían Turner, IMG, Fox y Artear (Grupo Clarín). Según indican, la
“gratuidad” estaría garantizada hasta 2019, aunque sería mejor buscar otro
término para describir la situación porque como dice el propio Secretario
General de la Presidencia: “Gratis, lo que se dice gratis, no le sale a
nadie".
Por el momento, la televisación seguiría
dándose por las mismas vías que las actuales: cables y canales de aire. Sin
embargo, nadie asegura que en el futuro no haya que pagar un abono extra como
ocurría antes con el Fútbol Codificado o una suerte de Pay Per View (paga para
ver) de muchos otros eventos.
“Nos enviaron un deseo de recisión, por lo
tanto esto va a ser analizado y daremos una respuesta. Ellos quieren
comercializar directamente su producto. Hay seis meses por delante porque esto
sería desde el 2017”, dijo Fernando Marín, director de Fútbol Para Todos.
A su vez, Marín, el hombre designado por el
presidente para conducir los destinos del Programa expuso varias veces este
pensamiento: “Desde un primer momento dije que el gobierno no tiene por qué
estar subvencionado a ningún deporte profesional”, argumenta. Y agrega: “No
creo que el presidente escuche solamente lo que le diga Angelici. Creo que
también es su criterio”. Casualmente es el mismo criterio que tienen todas las
partes.
Consultado sobre la gratuidad de la
televisación que viene, Marín contestó: “Hoy no le puedo contestar si el futbol
seguirá siendo gratuito”, dijo. Pero a su vez se atajó por lo que vendrá:
“Tengo que serle sincero, no hay ninguna parte del mundo en donde el fútbol de
primera línea se vea gratis. Hay que separar el futbol-pasión de la industria
del futbol”, indicó.
Por su parte, el vicepresidente de la
Comisión Normalizadora Pablo Toviggino, que fue titular de la Liga Santiagueña
y reciente presidente del Consejo Federal, va en esa línea: “Me ha tocado
participar de la mesa que se formó para tratar el tema de Fútbol Para Todos. El
Estado ofreció su techo, que para nosotros es un monto mínimo. Creo que podemos
encontrar mayores ingresos y ante esto se puede disolver de común acuerdo el
contrato de Fútbol Para Todos, siempre teniendo en cuenta la parte gratuita que
se firmó hasta 2019”, concluyó.
La necesidad es la misma de siempre, los
gastos son cada vez más grandes y la plata no les alcanza. Claudio “Chiqui”
Tapia, presidente de Barracas Central y yerno de Moyano, se quejó: “Por el
fútbol recibimos menos de lo que corresponde”
Lo curioso es que este pedido de los clubes
aparezca al mismo tiempo que Angelici –mano derecha de Macri en Boca- gana
espacio y poder en la AFA; la imposición de la Súper Liga y el deseo de que
ella sea la que maneje los ingresos de TV no parecen casuales. Mucho menos
cuando la Comisión Normalizadora nombra a Armando Pérez como máximo referente y
el día de la oficialización mantiene una reunión con el propio Macri en la Casa
Rosada. Por si hacían falta más elementos de que la política siempre tuvo y
tendrá injerencia en el fútbol, el tercer nombre de la lista de la Comisión es Javier
Medín, ex presidente del departamento jurídico de Boca durante la Era Macri.
La
pata rosarina en el nuevo entramado
Carolina Cristinziano es la única mujer de
la Comisión Normalizadora y su vida está conectada con Rosario Central desde
varios lugares. Tiene 40 años y es la esposa del ex futbolista Gonzalo Belloso,
ex jugador y manager del Canalla y actual director de Desarrollo en la
Conmebol.
Es asesora legal de representantes de
futbolistas y clubes de fútbol. Trabajó como socia del agente Gustavo Mascardi,
quien trabajó mucho con River y Boca durante varios años. Ella operó
específicamente en la repatriación de Martín Palermo a Boca y Andrés
D'Alessandro a San Lorenzo, entre otros nombres de jerarquía.
Lo llamativo es que el diario Perfil la
vincula con la barra de Rosario Central: "Siempre me peleo con la Policía.
Todos los partidos de visitantes entro a los tiros, a veces sin entrada ¡y con
el jefe de la barra! ", le habría dicho al diario en 2011.
Por otra parte, dentro de la Comité
Normalizador se conformaron a su vez dos comisiones: una Financiera, a cargo de
Eduardo Spinoza, presidente de Banfield, y otra Jurídica, a cargo de Rául
Broglia, el máximo mandatario de Rosario Central.
En definitiva, la Comisión Normalizadora
deberá entre otras cosas llamar a elecciones de AFA, elegir al nuevo entrenador
del seleccionado argentino y fiscalizar que los miembros de la Superliga no
comentan atrocidades como la de la presidencia indefinida. Claro que todavía no
hay estatuto, el borrador que presuntamente se aprobó tiene más de trece ítems
que la FIFA mandó a corregir. Lo que sigue guiando las discusiones y los deseos
de todos es el reparto de la plata, venga del estado, de los privados o de la
que el estado le da a los privados en concepto de publicidad. Al menos antes de
2009, cuando había que pagar, el hincha podía escapar del negocio televisivo
yendo a la cancha. Ahora, sin visitantes, la mitad del público será rehén de lo
que le digan que tiene que pagar.
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