El flamante entrenador de la selección
Argentina está a 48 horas del debut ante Brasil y ya mostró lo que quiere de su
equipo. Propone pegar un volantazo respecto de lo que ofreció en la era
anterior en el último tramo de las eliminatorias. Hasta hizo público los
ejercicios que entrenó con el plantel para imponer la nueva idea.
Alejandro
Mangiaterra | Cruz del Sur
Jorge Sampaoli sabe que tiene sobre sí los
ojos de los cuarenta millones de argentinos por primera vez en su vida. Así lo
ha querido desde que inició su camino como entrenador en la Liga Casildense y
ahora es una realidad. Y como sabe que es y será evaluado y juzgado prefiere
responder: contragolpea mostrando lo que hace. El nuevo DT del seleccionado
está a dos días de su debut y decidió romper algunas estructuras establecidas:
el hecho de mostrar públicamente qué se entrena y cómo lo hace es un hecho
inédito para un entrenador del seleccionado.
Históricamente, celosos de su intimidad,
los entrenadores escondían cada uno de los movimientos de sus planteles pero el
ex conductor de Sevilla entiende que mostrar el trabajo —con ciertos recaudos
por cierto—, ayuda a que se lo comprenda al margen de las estrategias.
Igualmente, nadie imagina a Sampaoli revelando secretos de su equipo en la
previa de un partido crucial.
La página oficial de AFA sorprendió
exponiendo detalles precisados por el entrenador sobre sus tres ejes
conceptuales: Construir un juego de posición y de posesión para tener el
control; lograr callejones internos y externos para eliminar la presión del
rival y finalmente buscar constantemente la superioridad numérica.
“El objetivo del entrenamiento de hoy era
el juego y la recuperación post pérdida. Lo que se requiere es dominar. Para la
recuperación post pérdida, lo único que queda es viajar juntos. Para jugar lo
que nos une es el pase”, explicó.
Cuando Marcelo Bielsa dirigía al Athletic
de Bilbao, el rosarino fue consultado en una conferencia de prensa sobre la
ineficacia en la definición de su equipo en un partido ante Levante. El ex
técnico de la selección respondió: “Al equipo le faltó pase final, ni siquiera
le faltó eficacia porque para que eso falte tiene que haber remates y no los
tuvimos”, corrigió. Y agregó el ahora entrenador de Lille: “Cualquiera que haya
visto los entrenamientos sabe que si hay algo que hemos entrenado es el pase
final. Se han dado más de dos mil pases finales en desarrollo de jugada. Es
muchísimo que cada jugador de nuestro equipo haya dado dos mil pases
filtrados”, explicó Bielsa.
Es probable que Sampaoli haya decidido
hacer público el trabajo que recién empieza a plasmar en el seleccionado – tal
vez por sentirse inconscientemente influenciado por lo metódico de uno de sus
maestros – para dejar en evidencia las críticas sin argumento que pudiera
recibir en el futuro en caso de que las cosas no le salgan. También puede que
esto tenga que ver con la necesidad de desterrar algunas premisas, denominadas
“códigos del fútbol”, que imperaron en otro tiempo y que todavía sobreviven en
torno de nuestro fútbol.
Para cada problema hay un ejercicio que
ayuda a minimizarlo. Para cada partido hay una estrategia y otra que la anula.
Finalmente, cada idea, cada sistema, cada decisión estará supeditada a las
ejecuciones de los futbolistas, a su impronta. Esto no significa excusar a los
entrenadores de los resultados ni achacarle todas la responsabilidad de lo
ocurra a los futbolistas. Se trata de dejar clara cuál es la idea ya que hace
rato que Argentina no sostiene una idea. Luego de poder imponerla ante los
rivales. No hay sistemas mejores que otros. Hay jugadores que las ejecutan
mejor o peor.
Un
volantazo del Zurdo
La pregunta que subyace a dos días del
debut de este nuevo ciclo es si Sampaoli le dará su impronta desde el primer
instante o si aún se notarán los rasgos de ese equipo híbrido que se observó en
el tramo final de esta eliminatoria. Sampaoli, ayudado por algunas lesiones y
por el contexto amistoso de los dos encuentros que se aproximan, decidió
renovar una parte del plantel que venían utilizando Sabella, Martino y Bauza.
Esa pregunta ya está resuelta, ahora es tiempo de la segunda.
Al respecto, Sampaoli ya se había
pronunciado pero en otro contexto. Si es coherente con lo que ya pensó y
ejecutó, su impronta se verá desde el primer minuto. En la nota que le realizó
Jorge Valdano cuando aún dirigía a Sevilla, el casildense fue consultado por su
postura al llegar al club que traía una identidad mucho más próxima a las
virtudes defensivas que al despliegue hacia adelante: “Había que pegar un
volantazo, nada de cambios progresivos”, anunciaba el ahora DT de la selección.
Y agregaba denunciando cuáles eran sus intenciones: “Vamos a iniciar la presión
con la obligación ir a robar el balón porque la tiene el rival y porque nosotros
somos los que queremos jugar”, explicaba bajando una idea tan sencilla como
difícil de ejecutar.
Al vértigo inicial de sus equipos le fue
agregando matices. Hoy ya no piensa a sus equipos a partir de la dinámica que
por ejemplo le dio Arturo Vidal a su Chile sino más bien desde la lectura del
juego que encontró en el Mago Valdivia. El diez chileno siempre tuvo problemas
físicos y se veía en desventaja respecto de lo que corría sus compañeros: “No
me interesan tus piernas, me interesan tus ojos”, le dijo Sampaoli a Valdivia.
Como su estilo es el de una cultura de
juego que apunta a la racionalidad, le parece justo difundir los detalles. En
la publicación de AFA se detallan los ejercicios que implementó y que van en
busca de su objetivo: ancho para jugar y angosto para presionar. Luego, la
conducción de los centrales que intenta generar y aprovechar la superioridad
numérica. Más tarde, trabajó en la inferioridad numérica para la recuperación,
agrupándose y definiendo cuál es el momento exacto para presionar y quedarse
con el balón. Finalmente, se enfocó en el ataque sostenido: un equipo completo
de diez jugadores, todos volcados hacia una de las mitades de la cancha, van
generando oleadas de ataques, construyendo situaciones de gol, desde la
posesión.
El
equipo para el debut
Desde el viernes, un nuevo grupo de
futbolistas van por el objetivo de traducir esas ideas en ejecuciones positivas
y por el objetivo máximo: ganar. Los primeros en interpretar las ideas ante
Brasil son una mixtura con la base de lo que ya había y nuevos nombres pero con
una impronta diferente.
Los once que pondrá Sampaoli, con bajas
respecto de lo que para él sería ideal, serán: Sergio Romero; Gabriel Mercado,
Emanuel Mammana, Nicolás Otamendi; José Luis Gómez, Lucas Biglia, Ever Banega,
Angel Di María; Lionel Messi y Paulo Dybala; más Gonzalo Higuaín.
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